El fin último del seguro de crédito es garantizar al vendedor o comerciante que vende con cobro aplazado, que cobrará la mayoría de sus ventas. Si llegado el vencimiento de alguno de los instrumentos comerciales utilizados para dicho pago, el cliente incumple, tras las gestiones oportunas, la compañía indemnizará al vendedor o prestatario de servicio, el abono de la factura o facturas impagadas hasta el porcentaje acordado, normalmente entre un 75% y 85% de la misma.
Sin embargo, el seguro de crédito, tiene una primera función preventiva mucho más útil. Al clasificar a su cliente y establecer límites de cuantías y / o condiciones de venta recomendados, nos avisa del grado de fiabilidad de nuestros futuros clientes, evitándonos en muchas ocasiones cometer errores que podría llevarnos a la insolvencia.
Al tratarse de un seguro relativamente desconocido y con cierta complejidad de funcionamiento, le recomendamos que dedique unos minutos a la lectura de los principales conceptos que se encuentran en el menú de la izquierda.